Lo mejor de ser uno mismo es que además de que podemos ser auténticos y eso aporta bienestar, las personas que nos aceptan lo están haciendo por lo que somos de verdad, porque quien intenta agradar, tarde o temprano tendrá que dejar de aparentar. Ser aceptado sin ser uno mismo provoca malestar, debido a que estaríamos reprimiendo una parte de nosotros y nos convertiríamos en esclavos de los demás, en cambio ser aceptado siendo uno mismo provoca una gran liberación. Jamás deberíamos intentar agradar ni cumplir las expectativas de otros, ya que cuando logremos gustar por lo que realmente somos, encontraremos relaciones verdaderas y satisfactorias.
Fuente Ardillas Digitales
No hay comentarios:
Publicar un comentario